En cuanto a la fontanería, hay algunos aspectos que pueden fallar debido a los daños que se produzcan o al uso que se le de en la casa a las tuberías. Así, puedes encontrarte con lo siguiente:
- Taponamiento y rebose de aguas debido a una acumulación de sólidos. Esto hace que se obstruyan las tuberías y no funcionen correctamente.
- Roturas y desplazamientos de los tubos de hormigón de la red de saneamiento. Normalmente se da por una inadecuada preparación de zanjas o bien los rellenos que se suelen hacer de última hora (también porque no se tenía previsto y se pone un “parche” cuando lo mejor hubiera sido empezar de cero).
- Humedades y deterioro de pavimentos y otros elementos constructivos. Pueden darse por las fugas que haya de agua u otro líquido o bien porque no se ha utilizado el material adecuado a la hora de construir las tuberías y el sistema red.
- Condensaciones y congelación por la falta de aislamiento en las tuberías.
- Rotura de bajantes, daños en albañilería y acabados mal hechos o con soluciones poco adecuadas. Por eso es mejor contar siempre con un especialista.
- Corrosión de las tuberías por falta de protección exterior, sobre todo si éstas están al aire libre y con las inclemencias del tiempo. También influye que no se usen materiales adecuados o que estén en lugares con temperaturas excesivas.
- Desprendimientos de tuberías debido a malas sujeciones.
Si te encuentras con alguno de estos problemas no tienes más que ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos a solucionarlo. Somos profesionales y sabemos resolver todo este tipo de problemas.
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